miércoles, 8 de agosto de 2012

BOLIVIA TODAVíA GUARDA BAJO TIERRA UNA INMENSA RIQUEZA NATURAL NO RENOVABLE QUE POR POLíTICAS ERRADAS DE LOS GOBERNANTES VENDE SUS RECURSOS COMO MATERIA PRIMA

Bendecida, así es Bolivia, un país que desde hace siglos cuenta con una inmensa riqueza natural no renovable, que a lo largo de su historia le ha generado recursos económicos, pero no los suficientes ni justos por las políticas erradas de los distintos gobiernos.

Sin embargo, la historia parece no cambiar, porque hoy que ha descubierto que no sólo tiene minerales como la plata o estaño, sino indio, cobre, galio, litio, hierro, además de hidrocarburos como el gas y el petróleo, tampoco cuenta con los recursos justos para encarar el desarrollo del país, dado que algunas de estas riquezas todavía están bajo tierra, y aquellas que las explota las vende como materia prima, cuando bien podría industrializarlas.

El famoso dicho “Bolivia es un mendigo sentado en una silla de oro” no ha desaparecido en el tiempo, pues miles de bolivianos todavía viven sin acceso a la luz o al gas, a pesar que el país cuenta con grandes cantidades del energético que son exportadas a Brasil y Argentina.

Cuando Bolivia puede producir alambres, cuchillos y una infinidad de objetos industrializando con sus minerales, los bolivianos están obligados a importar erogando grandes sumas de dinero. El Ph.D en Metalurgia Química, Saúl Escalera, cree firmemente que Bolivia ha sido bendecida con muchos recursos naturales conocidos y otros por conocer que deben servir de base para generar riqueza en el país. Sin embargo, considera que los gobiernos de turno han dictado políticas erradas, evitando así la industrialización de dichos recursos en beneficio del pueblo boliviano. “Por lo tanto, el boliviano es mendigo por causa de los gobiernos que le imponen los políticos, sea por elección o por imposición... Pero, soy optimista y pienso que ésto cambiará en un futuro muy próximo”, afirma.

El economista graduado en Harvard y hoy director del Programa de Maestrías de la Universidad Católica Bolivia, Gonzalo Chávez, considera que “a estas alturas de la historia, los bolivianos deberíamos ser expertos en cómo convertir la riqueza de los recursos naturales en crecimiento económico sostenible, empleo y bienestar social...”.

Cuando exportamos materia prima en bruto a los países vecinos, éstos nos la devuelven en valor agregado con precios altos. Por ejemplo, exportamos al Brasil gas natural en bruto y le compramos productos plásticos caros; asimismo exportamos a la Argentina y al Paraguay hierro en bruto barato y les compramos aceros costosos. “El caso del litio es una historia reciente y ojalá no cometamos el mismo error”, dice Escalera.

En la visión del ex ministro de Hidrocarburos Alvaro Ríos, las materias primas pueden resultar una “maldición, porque vivimos pendientes de su explotación y no nos deja ver el horizonte que es lo tecnológico, la educación y la ciencia para exportar productos y servicios con muy alto valor tecnológico. Por eso debemos hablar y discutir el tema, y crear una conciencia que las materias primas no son nuestra solución en el largo plazo. El pasado ya no los ha demostrado, pero no aprendemos”.

Añade que los países que combinan la explotación de recursos naturales con el desarrollo tecnológico son países con altos niveles de vida como Noruega, Canadá y Australia. Sin embargo, “la educación, ciencia, tecnología son palabras que no están en el común de los bolivianos y peor de los que guian el país”.
INDUSTRIALIZAR

Ante ese escenario, la industrialización de los recursos naturales es una tarea fundamental que las autoridades deben acelerar. Para Escalera, Bolivia ha perdido mucho tiempo (por lo menos 5 años) en hacer realidad la industrialización de los tres principales recursos que posee el país: el hierro de El Mutún, litio de Uyuni, y gas natural (petroquímica).
“Retomar la dinámica que se tuvo en los años 2006 al 2008, con la elaboración de varios estudios y proyectos de pre-factibilidad (que es la primera etapa en la ejecución de un proyecto) y que no avanzaron por falta de voluntad política de los ministros de turno, nos llevará otros 5 a 10 años, siempre que existan ministros que tengan la visión y el empeño necesarios para aprobar proyectos de industrialización”.
Añade que técnicos expertos como él han calculado que haciendo realidad la construcción y funcionamiento de las plantas industriales del gas natural (petroquímica) en el Chaco, Carrasco y Puerto Suarez; fierro y acero en El Mutún y baterías de litio en Uyuni, Bolivia puede llegar a duplicar su PIB en poco tiempo.
PAÍS PRIVILEGIADO
Por su lado, el presidente de la Cámara de Hidrocarburos de Bolivia, Carlos Delius, coincide al señalar que el país es privilegiado en fuentes energéticas, pues cuenta con litio, gas natural, viento, sol, vapor y agua que deben y pueden ser aprovechadas para la generación de energía, y convertir a Bolivia "en el corazón energético de la región... y no es un cliché decir que somos privilegiados y que la naturaleza juega a nuestro favor en fuentes energéticas".
Entonces, "ante esa realidad, lo demás está en nuestras manos", puntualiza el ejecutivo al asegurar que "el desafío es crear las condiciones internas para que su desarrollo sea óptimo, confiable, amigable con el entorno, rentable y sobre todo que genere abundancia energética".
En ese marco, "el escenario energético futuro puede ser promisorio si hacemos desde el Estado, la sociedad y los inversionistas, ecuaciones que permitan soluciones de largo plazo, que conviertan a nuestro país en el corazón energético de la región".

Delius afirma que el mundo busca respuestas para dar con fuentes de energía sostenible para todos, por lo que la tarea es de todos, desde los gobernantes hasta la población, pasando por empresarios e inversionistas.
RIESGOS
Sin cambios, la situación del país a futuro no es nada favorable. Escalera advierte que no avanzar en la industrialización y el aprovechamiento de los recursos que tiene Bolivia, podría conllevar que el boliviano en general no tenga un trabajo digno que le permita alimentar, educar y mantener saludable a su familia. Asimismo, tampoco habrá recursos económicos para el desarrollo integral del país.

En tanto Ríos señala que sin cambios profundos “seremos siempre el patio trasero de alguien, de los occidentales en el pasado y de los asiáticos en un futuro”.
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