miércoles, 27 de junio de 2012

Impulsaremos la explotación de nuestros recursos naturales en armonía con la naturaleza, decía el Presidente

Impulsaremos la explotación de nuestros recursos naturales en armonía con la naturaleza, decía el Presidente Evo, al empezar su mandato. Nunca más seremos exportadores de materias primas, nuestros recursos naturales serán industrializados, complementaba. Queremos socios, no patrones, terminaba. Esa era la línea que bajaba y se ceñía íntegramente a la necesidad histórica de nuestro pueblo y al mandato de guiar la política, en hidrocarburos y minería, en el camino del desarrollo integral.

En el detalle, respecto a la minería que es nuestro campo:

1. LA EXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES EN ARMONÍA CON LA NATURALEZA

Eso significa potenciar la Dirección de Medio Ambiente del Ministerio de Minería y Metalurgia, dirigiendo sus acciones a la exploración y explotación minera metalúrgica, con programas y acciones íntimamente relacionadas, articuladas y coordinadas con el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas.

La experiencia centenaria de nuestro país, nos tiene con la carga de un pasivo ambiental gigantesco, de la que será difícil librarnos sin la ayuda de la cooperación internacional, pero que debe empezar a ser estudiada para tomar acciones en el corto plazo. Y, para el futuro, no debe iniciarse una actividad, de exploración, explotación, beneficio o fundición, sin cumplir toda la normativa ambiental, más aún, la remediación y mitigación de los daños ocasionados a diario, no deben ser trabajos a realizarse al cierre de las operaciones, sino que deben estar en el costo de operaciones y realizadas permanentemente.

El control y monitoreo medioambiental sobre las actividades mineras deben ser realizadas desde la tramitación de las licencias ambientales, de las distintas etapas, hasta el cierre de las operaciones. Todo ajustado a la normativa vigente y con la información transparente y permanente a las comunidades indígenas originario campesinas.

2. NUNCA MÁS SEREMOS EXPORTADORES DE MATERIAS PRIMAS

Pasa el tiempo y no se ve la ejecución de este enunciado y, nuestra minería está dejando pasar un tiempo valioso de precios altos en el mercado internacional. En el caso del estaño, Sn, estamos vendiendo una libra de más o menos $us 12,00, al estaño producido en nuestra fundición de Vinto, que puesto en el mercado internacional, aún siendo fundido, sigue siendo materia prima.

Es producto industrial el estaño que vale 100 o más veces el precio internacional de la libra fina en el mercado internacional. Si no llegamos a ese nivel no alcanzamos la industrialización y seguimos con la queja que "ni clavos fabricamos".

En este punto es imprescindible tocar el caso de El Mutún. La ESM, empresa creada para fiscalizar el Contrato de riesgo compartido, debe jugar un papel, empujar a Jindal Steel en el cumplimiento de sus obligaciones, incluso apoyar algunas acciones de trámites ante el aparato del Estado, a no ser que el contrato sea malo y atentatorio contra los intereses nacionales. Pero, como hasta ahora no se ha dicho algo por el estilo en ningún nivel estatal, se debe impulsar la siderurgia, en base a la cual, con otros recursos mineros, podemos crear una serie de variedades de acero, utilizables en distintas actividades industriales. O sea, el hierro combinado con otros metales, produce variedad de aceros, para la construcción, fabricar herramientas, máquinas, partes de vehículos o instrumentos médico quirúrgicos, por decir algo: Es el mejor camino para nuestro ingreso a la industrialización. Si de verdad postulamos nuestro ingreso a la etapa de la industrialización, debemos realizar todos los esfuerzos para despegar con la siderurgia.

3. QUEREMOS SOCIOS, NO PATRONES

En nuestra dura realidad, debemos reconocer nuestras debilidades y carencias:

a. Recursos financieros

b. Tecnología

c. Recursos humanos

Y precisamente por ello necesitamos socios, para ejecutar megaproyectos con tecnología de punta. En minería debemos instalar emprendimientos, no generadores de mano de obra, sino, generadores de excedentes, mismos que serán invertidos en otras actividades económicas, generadoras de mano de obra y dirigidos a resolver la seguridad y soberanía alimentarias, además de iniciar otros rubros industriales que apoyen la producción de bienes y servicios que eleven nuestras condiciones de vida y trabajo.

Ahora bien, soy antiimperialista, pero objetivo y realista. Las transnacionales son la punta de lanza del imperialismo, son el imperialismo mismo, pero son ellas, sólo ellas las que tienen hoy: recursos financieros, tecnología y recursos humanos.

En este momento, Bolivia debe negociar con ellas, contratos de exploración, explotación, concentración e industrialización de nuestros recursos mineros. Cuánto es la inversión, en que tiempo debe recuperar su inversión y cuánto debe ser su ganancia. Cuánto le toca al Estado Plurinacional, es decir, en qué tiempo adquirimos la capacidad de contar con nuestros propios recursos financieros, para invertir en nuevos megaproyectos, sin socios.

Igualmente se debe negociar, qué tecnología se empleará y en qué tiempo serán capacitados nuestros técnicos y profesionales.

Así se debe negociar con los inversores extranjeros, en función de los intereses nacionales y no en el afán del enriquecimiento ilícito de minorías privilegiadas, como las dueñas de la administración del viejo Estado republicano.

Si estamos convencidos que sólo la industrialización de nuestros recursos mineros, nos guían hacia el desarrollo local, regional y nacional. Si estamos convencidos que debemos utilizar tecnología de punta en ese propósito, la nueva Ley de Minería, debe ser elaborada con ese objetivo.

(*) Extrabajador de la Empresa Minera Matilde, Exdirigente del CEN de la Fstmb

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