El caso suscitado en la mina Colquiri arrendada a la empresa Sinchi Wayra, subsidiaria de la suiza Glencore y que fue tomada por los asociados a la Cooperativa Minera "26 de Febrero" hace una semana, es un hecho funesto para las inversiones privadas, aseguró el ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD), Germán Chaparro.
El dirigente codista criticó la acción de los cooperativistas, que desde el 30 de mayo no permiten el ingreso de los trabajadores mineros a la mina, paralizando la producción, lo que provoca que el Estado pierda 30.000 dólares por día, es decir, hasta el momento ya se habría perdido 270.000 dólares.
"Lamentablemente este hecho de avasallamiento vandálico hacia las operaciones mineras ha preocupado a toda la clase trabajadora minera del país, lamentamos esta situación, sin embargo es un precedente funesto porque estamos hablando de matar la minería que está en operaciones, porque si es que no hay seguridad jurídica muchos inversores van a levantar las manos y se irán", dijo Chaparro.
Explicó que haciendo una reminiscencia de las operaciones mineras que están operando en el país en las últimas décadas, todas son inversiones transnacionales.
"En Colquiri, San Bartolomé, San Vicente, ¿acaso el Estado ha puesto plata?, no, peor en el departamento de Oruro en las últimas décadas, no ha habido proyectos grandes; para minería lo primero es inversión, pero no invierte nadie, otra vez los departamentos de Oruro y Potosí quedaremos como pueblos abandonados", sostuvo.
Aseveró que Oruro que es rico en minerales por las minas de Morococala, Japo y Santa Fe, el Cañadón Antequera, la reserva que tenía la Comibol antes del Decreto Supremo 21060 "María Luisa", otra vez entregados a los cooperativistas, están rústicamente trabajadas.
"La economía de Oruro y Potosí se maneja gracias a la minería, si hablamos de regalías la minería privada que está operando en el departamento, en la gestión 2011, ha dado 48 millones de dólares que es un gran aporte", señaló el dirigente.
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