viernes, 15 de junio de 2012

Aún se mantiene la relación Gobierno - Jindal

Luego de intensas negociaciones entre autoridades del Gobierno a través del Ministerio de Minería, la estatal Comibol, los ejecutivos de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) y por supuesto, los representantes legales de la empresa india Jindal Steel Bolivia (JSB), se abre una esperanza para que las operaciones en la zona oriental del país, en el proyecto del Mutún puedan ser restablecidas y el acuerdo de partes con algunas modificaciones pueda ser actualizado y reencaminado positivamente.

Los ejecutivos de la Jindal aseguran que el cronograma de inversiones hasta abril del presente año se ha cumplido, aunque con algunas dificultades, pero llegó a los 600 millones de dólares, por lo que no correspondía la ejecución de la Boleta de Garantía (la segunda) por 18 millones de dólares, aspecto que fue explicado por los personeros legales de la JSB.

Sin embargo de tal situación, se sabe que el directorio de la ESM, abrirá un proceso interno contra el presidente de la firma, Sergio Alandia, por ejecutar la boleta de garantía a la JSB, desconociendo una resolución que le ordenaba aceptar la renovación de la boleta por un periodo de 90 días calendario por otra boleta de la misma característica irrevocable. El director de la ESM, Hugo Sosa, reiteró que por unanimidad del directorio se aprobó dejar en suspenso la ejecución de la boleta, hecho que "ignoró" el ejecutivo Alandia, dando paso en la actualidad a una situación irregular y que complica las ya tensas relaciones entre autoridades oficiales y de la empresa hindú.

Cerrando ésta parte del conflicto, la parte legal de la Jindal rechaza la ejecución de su boleta de garantía, aduciendo que cumplió efectivamente con su cronograma de inversiones, por tanto acudirá "a los ámbitos legales que corresponda" para defender sus intereses.

REPROGRAMACIÓN DEL PROYECTO

En el curso de los últimos horas (hasta el cierre de la presente edición) se presenta otra figura interesante como para solucionar el problema y que consistiría en un acuerdo mutuo entre Jindal y ESM, para reprogramar el proyecto, en función de las posibilidades que tiene YPFB para dotar la cantidad de sólo 2,5 millones de metros cúbicos de gas diariamente (MMmcd), hecho que obliga a reducir la producción programada para la producción de mineral de hierro, su beneficiado y los pellets, modificándose la cantidad de acero y hierro de reducción directa (DRI).

Una última propuesta gubernamental señala que la oferta de provisión de gas y GLP por parte de YPFB, permitirían mantener los volúmenes de producción establecidos originalmente en el contrato de Riesgo Compartido entre las dos partes del convenio vigente, que de todos modos tendría que ser modificado para dar paso a su continuidad, bajo condiciones que aseguren –según la Jindal– el incremento de dotación de gas en las próximas etapas del mega proyecto siderúrgico en el Mutún.

CAMBIO DE ACTITUD

Algo positivo en este proceso de conciliación con la Jindal, es sin lugar a dudas el cambio de actitud de algunas autoridades nacionales, como la del ministro Virreira que después de señalar en más de una ocasión un anticipado despido a la empresa india, al indicar que -si no cumplen (inversiones) se van- ahora la información confirma, según el ministro que, "el Gobierno desea mantener los objetivos del contrato y los volúmenes de producción de acero, pero si los plazos para la industrialización del hierro del Mutún" , lo que además significa el inicio de negociaciones para la búsqueda de una "conciliación técnica" entre la empresa india y la petrolera boliviana, pero además como parte de la una intención muy clara de dar continuidad a los actuados vigentes.

De momento se abre un paréntesis de por lo menos 15 días, todavía con la espada de Damocles sobre la cabeza de la Jindal, pues se dice que el contrato de la Jindal se rescindirá cuando su boleta pase al Tesoro. Empero también se entiende que deberán correr notificaciones y deberá haber respuesta al reclamo de la Jindal por la ejecución irregular de su segunda boleta.

Lo último es que el Gobierno ofertó a la Jindal otras alternativas a nivel energético para su continuidad en el proyecto del Mutún. Estas últimas actitudes gubernamentales, muestran que hay una aproximación más real y legal en el tratamiento de un contrato que de ser "liquidado" mostrará con mucha evidencia la inseguridad jurídica de la que se habla mucho cuando se menciona Bolivia como destino de inversiones en minería.

Medios - La Razón - Agencia Uru

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