sábado, 17 de septiembre de 2011

Objetivo imperioso: Avanzar hacia la industrialización de los minerales

El horno Ausmelt para la Metalúrgica de Vinto, permitirá ampliar la producción de nuestros minerales industrializados
En función a varios estudios analíticos de la crisis que confronta aún el país más importante del norte y las derivaciones de ese fenómeno en las economías como la nuestra y de otras naciones latinoamericanas, se coincide en el hecho de que este proceso ocasionará desfases muy serios en el manejo de recursos financieros que serán alterados por las restricciones que marque la potencia del norte y por las consecuencias de una abierta defensa competitiva de las otras economías fuertes que buscarán en todo caso contrarrestar los efectos de la coyuntural depresión financiera.

Lo que sucede en nuestro país es el más claro ejemplo de la dependencia a la que estamos sometidos para cumplir la imperiosa necesidad de exportar nuestras materias primas, de momento principal rubro que genera divisas para el Tesoro General de la Nación (TGN) y vía regalías e impuestos para cada una de las gobernaciones que, dicho sea de paso, deberán en el futuro bajo la instancia autonómica vivir en base a la potencialidad de sus propios recursos naturales y la capacidad de sus autoridades y profesionales para el buen uso de los mismos y su comercialización futura.

Ahí estriba justamente el tema de referencia de nuestra apreciación periodística al saber que el país tendría mejores ingresos si en lugar de vender tan sólo materias primas, como los concentrados de minerales que exportamos, tuviésemos las condiciones internas de procesar esos concentrados y venderlos con valor agregado cobrando mejores precios y satisfaciendo a los exigentes mercados internacionales.

Es un hecho absolutamente claro que nuestra dependencia continuará siendo la misma en tanto la minería se mantenga en sus niveles "tradicionales" de sólo extracción y venta de minerales, excepto el estaño que ya se exporta como lingotes y cuya calidad es reconocida mundialmente…la idea es que el resto de nuestra producción minera tenga el mismo proceso y llegue a las grandes industrias con precios altamente rentables.

En la actualidad si bien los hidrocarburos reportan importantes ingresos para nuestra economía, la minería tiene otro significativo factor multiplicador por el hecho de constituirse en el país en el sector que genera mayor cantidad de empleos fijos y muchos miles más por efecto multiplicador, en beneficio de familiares y de otros rubros afines o próximos al sector minero.

Ya se ha visto la repercusión inmediata y sus efectos negativos en la economía de nuestro país, cuando fallan las finanzas en las potencias, como el caso de los Estados Unidos que en cuestión de horas ocasionó un sismo financiero en los mercados internacionales al crearse un clima de desconfianza mundial sobre su solvencia económica. El efecto que se sintió en este lado del mundo restringió directamente el comercio de materias primas cuyos precios volátiles seguirán marcando la diferencia con otras materias primas con valor agregado que compensan los costos de producción y transformación de requeridos materiales para la gigante industria mundial, especialmente del norte, del Asia y Europa.



Lo que ocasionó un cambio en el comportamiento financiero nacional, con la caída en los precios de nuestros minerales, fue un hecho preocupante por su directa relación en la economía global, menos mal que en cuestión de pocos días se aprecia una paulatina recuperación en la cotización de minerales que sin haber llegado a los topes máximos antes de la abrupta crisis permite ahora mantener un ritmo productivo alentador que ojala mejore más adelante.



SOLUCIONES

Mucho se habla de soluciones para conjurar las crisis que de tiempo en tiempo afectan los índices productivos y los valores de recuperación, especialmente en los minerales que hasta ahora siguen vendiéndose como simples concentrados con precios relativamente bajos, frente a las posibilidades de vender metales fundidos, como sucede con otros países que han implementado la industria de transformación de sus materias primas.



Recientemente autoridades de Gobierno han hecho conocer la decisión del Ejecutivo para afrontar la crisis externa implementando en el país de manera inicial varias medidas que consistirán particularmente en acelerar el proceso de industrialización de nuestros minerales para diversificar la oferta exportable,

se potenciará el mercado interno y reforzará el rubro de ingresos para mantener los gastos sociales, sin que se afecten los bonos sectoriales y se buscará dinamizar la economía de conjunto para diversificar recursos de hidrocarburos y minería hacia la agricultura y la ganadería.

INCENTIVOS

Otra información que se origina en el vice ministerio de Desarrollo Minero Metalúrgico refiere que la nueva ley de minería incluiría incentivos de reducción tributaria o de regalías para los operadores que industrialicen su producción en Bolivia. "La norma obligará a las empresas a destinar lo que el Estado requiera de su producción para alimentar las fundiciones públicas y privadas en funcionamiento en el país".

Se deja claramente establecido que a nivel oficial "hay el interés mayúsculo de promover de algunas formas la industrialización de la minería en el país". De manera operativa se dispondría de un plazo para que las empresas se incorporen al proceso de industrialización y pasado un tiempo límite se cobraría un impuesto a la exportación de concentrados.

Por supuesto como incentivo especial se menciona también que "mientras más industrializado esté el mineral, menos impuestos o regalías deberá pagar el operador", lo que se espera es que en un tiempo relativamente corto estén en marcha proyectos metalúrgicos y siderúrgicos para industrializar nuestros minerales. Un intento estatal en ese sentido será poner en marcha a la brevedad el complejo de Karachipampa y la ampliación y modernización de la Metalúrgica de Vinto – Oruro.

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