lunes, 29 de agosto de 2011

Inversión asiática desplaza a EEUU y Canadá en la minería

Bolivia se ha convertido en una zona atractiva para los capitales asiáticos. Sus yacimientos mineros de zinc, cobre y hierro han permitido que firmas de ese continente comprometan inversiones por encima de los 3.700 millones de dólares para los siguientes años.

Últimamente, compañías como la india Jindal Steel & Power Limited (JSP), la surcoreana Korea Resources Corp (Kores) y la japonesa Sumitomo Corporation sellaron acuerdos con el Estado boliviano para la puesta en marcha de varios proyectos, marcando así su presencia en el país respecto a las inversiones de Estados Unidos y Canadá.

“La minería está cambiando de enfoque desde hace un tiempo porque las mayores inversiones, en este sector en el mundo, ya no provienen de Estados Unidos, de Canadá o de Europa, ya casi todo es asiático, en América, en África, en acá también”, afirmó el viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico, Héctor Córdova.

El 18 de Julio de 2007, Jindal Steel Bolivia, subsidiaria de JSP y la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), suscribieron el Contrato de Riesgo Compartido Mutún-RC.

La empresa india se comprometió a invertir 2.100 millones de dólares en 40 años para explotar la mitad de los yacimientos de hierro del Mutún, ubicado en el municipio de Puerto Suárez, en Santa Cruz.

Un año más tarde, en junio de 2008, Kores y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) firmaron un contrato de riesgo compartido para explotar Corocoro, ubicado a 175 kilómetros al suroeste de La Paz, donde se calcula una reserva de 10 mil toneladas de mineral de cobre de ley superior al 1 por ciento, por lo que es considerada la mayor mina de cobre del país.

La mina estuvo cerrada desde 1985 debido a la caída de los precios de los minerales.

La surcoreana Kores comprometió invertir un total de 200 millones de dólares en el proyecto minero, uno de los más anhelados.

El otro proyecto en el que también se tiene presencia asiática está relacionado con la explotación de zinc. La japonesa Sumitomo invierte 1.400 millones de dólares en la Minera San Cristóbal, ubicada en la provincia Nor Lípez del departamento de Potosí.

Córdova atribuye esta presencia asiática a un “desplazamiento del occidente” en el sector minero, más allá de la situación actual por la cual pasa Estados Unidos y Europa, afectados por una gran crisis financiera.

“Vemos que hubo un movimiento de los capitales en el sector hacia el Asia y esto está configurando una mirada distinta de encarar la producción minera”, dijo.

OTRAS

En el último tiempo, las reservas de litio han llamado la atención de compañías como Kores y la empresa estatal china Citic Guoan Citic, la cual se constituyó en la tercera compañía que firmó un memorando de entendimiento con autoridades bolivianas para incursionar en la investigación y producción de materiales de cátodo y electrolito basados en el litio, mineral oculto en el Salar de Uyuni, Potosí.

Además de éstas, los gobiernos de Venezuela, Brasil e incluso Irán manifestaron su interés de participar en el proceso de industrialización del litio hasta su coronación: las baterías de litio.


De $us 2,4 MM se quedaron $us 300 MM en 2010

El país exportó en 2010 minerales por 2.405 millones de dólares. En tanto, el Estado boliviano registró alrededor de 300 millones de dólares de ingresos generados por el pago de Impuesto a las Utilidades Empresariales (IUE) y regalías.

El ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, explicó que las empresas en este momento pagan al Estado el 37 por ciento por el concepto del IUE, que en el año 2010 sumó un total de 180 millones de dólares, mientras que por regalías mineras los ingresos alcanzaron a 120 millones. “El valor del mineral en el mercado es un valor global del cual se tiene que reducir muchos costos”, dijo.


Córdova: “Necesitamos hacer una minería inteligente”

El viceministro de Desarrollo Productivo Minero Metalúrgico, Héctor Córdova, señala que el país debe pensar en una minería más desarrollada y que a la larga deje de exportar concentrados, sino mineral procesado y con valor agregado.

“Necesitamos hacer una minería inteligente y sobre todo pasar a la metalurgia y que los excedentes que se generen sirvan para impulsar el desarrollo”, afirmó Córdova.

“En la actualidad, el país exporta cerca de tres mil millones de dólares en minerales, pero no todo queda en el país, nos descuentan, en el caso del zinc la mitad, en general se descuenta bastante. Si tenemos la industrialización vamos a recibir los tres mil millones de dólares, ésos se van a quedar en Bolivia y además movemos la economía”, dijo.

Para que ello suceda, el Gobierno puso en marcha una gama de proyectos que van desde la construcción de dos plantas de zinc con una inversión que supera los 500 millones de dólares y la rehabilitación de la planta de Karachipampa. En 2014 se hablará de un país industrializado en minería.

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