jueves, 24 de marzo de 2011

Entre chinos y japoneses, no importa cuál, ambos saben mucho sobre el litio

Los bolivianos estamos a la espera de las decisiones que adopte el Gobierno para encarar de manera planificada inversiones y emplazamiento de la gran industria del litio en la zona de los salares, entre los distritos de Potosí y Oruro, donde se ubican Uyuni y Coipasa, respectivamente.

En el curso de la presente semana, se reunieron en la Sede de Gobierno, los delegados profesionales del Japón, para analizar una agenda de trabajo que tiene relación directa con el análisis del proyecto del litio, lo que se avanzó a la fecha y las perspectivas de consolidar una industria de la que salga la gigante producción de baterías de ión Li+ (litio) y también las de magnesio – azufre (Mg – S), posiblemente con los industriales chinos… sin importar mucho con cuál se hace mayor negocio, puesto que ambos son conocedores de la materia y sólo estará en juego la calidad del producto y la cantidad de la oferta.

Por otro lado que se mire el proyecto, igualmente sin observar a proponentes,

lo evidente es que para la fase de la industrialización se necesitará inversión millonaria que igualmente en función de negocios, están dispuestos a colocar en el mercado boliviano los empresarios asiáticos, japoneses y chinos, ambos desesperados de garantizar para sus operaciones la garantía de una estratégica sociedad inter gubernamental, favorable a los fines de producir los nuevos elementos de energía para impulsar los modernos vehículos que saldrán por miles de las factorías asiáticas y por supuesto europeas.

La estrategia de un país innovador y abierto al desafío de alcanzar objetivos de alta rentabilidad, como se espera en el caso del litio boliviano, una de las reservas más importantes a nivel mundial, es lógico que los estrategas económicos deben establecer condiciones favorables para ampliar las posibilidades de alianzas con interesados de Europa o EE.UU. entendiendo que también en esas latitudes hay experiencias interesantes que podrían rescatar los científicos, ingenieros y técnicos bolivianos para diversificar nuestra industria y hacerla ampliamente competitiva en el enorme mercado mundial de las baterías de litio o las de magnesio.

Todo dependerá de las decisiones que se apliquen por parte de nuestro gobierno, para avanzar en el macro proyecto de la explotación de las salmueras en nuestros salares, la recuperación de importante materia prima para llegar a industrializar el litio, pero pasando por el rescate de otros elementos que poseen las salmueras y que también deben industrializarse con una serie de réditos para la economía nacional.

Ya lo señalamos en anteriores "enfoques" marcando prioridades, de suerte que se apresuren las condiciones de negociación con los posibles socios, "sin poner reparos en el color del gato, pues lo importante es que cacen ratones".

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