miércoles, 26 de enero de 2011

Campesinos y cooperativistas toman otra mina del empresario Kyllmann

Campesinos y cooperativistas tomaron el viernes la mina de estaño Laramcota, localizada en el cantón Yaco, provincia Loayza (La Paz). El yacimiento fue dado en concesión al empresario Fernando Kyllmann, a cargo también de la mina Himalaya, ocupada ilegalmente el 2007.

El hecho ocurrió la madrugada del viernes, cuando un grupo importante de campesinos de la población de Yaco —junto a cooperativistas de la mina Caracoles y de localidades aledañas— irrumpieron en Laramcota.

Así lo denunció Kyllmann, presidente de la Empresa Minera Barrosquira (Embas), concesionaria del yacimiento en el que desarrolla tareas de exploración hace tres años. “Hasta la fecha se invirtieron cerca de 750.000 dólares en ese trabajo”, afirmó.

Según el empresario, trabajadores de Embas y un grupo de mineros que explotaban estaño en la mina —de forma rudimentaria y en el marco de un contrato de alquiler— fueron golpeados, gasificados y luego maniatados durante más de una hora.

En un comunicado publicado el lunes, la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), informó que la toma ocurrió la madrugada del jueves 20 y que el sereno y los trabajadores de la mina “han sido brutalmente golpeados, garroteados, chicoteados, gasificados, tomados como rehenes por más de dos días y liberados el sábado 22, a mediodía”.

Kyllmann indicó que campesinos de Yaco y cooperativistas mineros ya mostraron interés en la veta de estaño el último trimestre del año pasado. La empresa trató de dar una solución amigable al problema; sin embargo, ambos grupos protagonizaron incluso un enfrentamiento con dinamitas, hubo amenazas y ahora se produjo la toma, recordó el empresario.

antecedentes. La mina Himalaya, entregada también en concesión a Kyllmann, continúa en manos de comunarios del cantón Cohoni (provincia Murillo de La Paz) y de ex cooperativistas, quienes tomaron el yacimiento minero hace tres años y tres meses, en octubre del 2007.

En 29 de marzo del 2009, los ocupantes frenaron el operativo policial destinado a recuperar el yacimiento rico en wolfram y estaño. Ese día, 36 efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP) resultaron heridos, cuatro de ellos con lesiones graves. Asimismo, les arrebataron tres pistolas, dos carabinas, rifles lanzagás, escudos y cascos. Parte de ese equipamiento fue devuelto luego por los pobladores.

Su compañía perdió $us 500.000 desde la toma de Himalaya, aseguró Kyllmann el 26 de agosto de ese año.
El comunicado de la FSTMB da cuenta que los trabajadores de esa mina fueron después reubicados en Laramcota. “Otra vez nuestros compañeros mineros se encuentran sin fuentes de trabajo y vulnerados en sus derechos laborales, (siendo que) la Constitución Política del Estado (CPE) garantiza la estabilidad laboral”, se lee en el documento.

Tras lo sucedido en Laramcota, ejecutivos de Embas solicitaron inmediatamente el apoyo de autoridades nacionales y departamentales para desalojar a los avasalladores, aseguró Kyllmann. Lo hicieron a través de cartas enviadas a la Gobernación de La Paz y a los ministerios de Gobierno y Minería, complementó.

La Razón intentó conocer la posición de la Gobernación paceña, sin embargo, la misma no fue canalizada por la Dirección de Comunicación de esa entidad hasta el cierre de esta edición. De igual forma, pese a los requerimientos de este medio, ninguna autoridad del Ministerio de Minería quiso pronunciarse.

Federación condena la invasión

Repudio
“La FSTMB condena este avasallamiento injustificado, corroborado por algunas autoridades de la Gobernación de La Paz y ministerios”, señala el comunicado.

Amenaza
“Organizaremos estrategias para recuperar la mina. Cualquier problema a futuro, sea un enfrentamiento con consecuencias lamentables, será de responsabilidad del Gobierno central”, añade.

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