viernes, 17 de septiembre de 2010

Las exportaciones de materias primas siguen siendo el mayor soporte de nuestra economía

En los primeros cinco meses del año en curso (enero a mayo) según un reporte oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE) las principales exportaciones bolivianas fueron las materias primas, tales como el gas y los minerales que sumaron hasta el 71.23 por ciento de todas las ventas realizadas desde nuestro país a mercados internacionales, vecinos y otros de EE.UU., Europa y Asia, este último continente convertido en gran consumidor de los minerales nacionales.

Las exportaciones de commodities (materias primas) desde la parte final del 2009 y los cinco meses del 2010, muestran la importancia de negociar con lo que tenemos, con lo que podemos explotar y sin problemas capitalizar nuestra economía, de manera que los recursos sean destinados a procesos regionales de desarrollo sostenible, pero fundamentalmente se vigoricen las urgentes tareas de exploración minera, para seguir impulsando el sector, sin liquidar los yacimientos en explotación y más bien abriendo nuevos centros productivos para la minería moderna.

Las comparaciones en materia de cifras, corresponden a los periodos más importantes entre las gestiones del 2008 y 2010, la primera que marcó hasta un récord de exportaciones justo en un periodo de bonanza financiera mundial que significó un apoyo indirecto a la nuestra con un valor de 6 mil 899,34 millones de dólares que puede repetirse con mínimas variables en la presente gestión, considerando que en los primeros cinco meses ya vendimos al exterior por un valor de 2 mil 584,34 millones de $us.

No hay mucho que hablar del año intermedio 2009 que tuvo un considerable bajón por la crisis económica internacional cuyos efectos nos llegaron de igual modo, alterando una serie de emprendimientos en minería. Uno de los efectos más perniciosos fue precisamente la caída de las exportaciones a nivel mundial y nuestro país no fue excepción en sufrir el impacto de esa restricción.

Hay que recordar que en pocos meses, países desarrollados sufrieron un golpe duro en sus economías lo que se transfirió por efecto directo a las naciones que como la nuestra –en vías de desarrollo– dependen de aquellas y que sin lugar a dudas también sienten parte del fuerte impacto.

Al caer la demanda mundial, disminuyó ostensiblemente el rubro exportador y por tanto el mayor síntoma del daño económico se sintió en los menores ingresos en el presupuesto global nacional… sin embargo, pese a la dureza de ese proceso, algo se hizo en el país salvando mínimos ítems de exportación de nuestras materias primas (commodities), caso del gas natural y minerales que pese a la contracción económica mundial continuaron en explotación y por lo menos en materia de minería, se almacenaron algunas cantidades estratégicas para comercializarlas una vez sorteada la crisis.

Eso sucedió y meses después, con un cambio en las actividades estratégicas del comercio mundial, producto de una necesidad de materias primas para sostener las grandes industrias comenzó el repunte del comercio importador de países económicamente grandes y nuestros “commodities” fueron requeridos paulatinamente hasta retomar el ritmo necesario para hablar de una recuperación que compense las restricciones de un inmediato pasado.

Ya ubicados en el tiempo presente, hay que rescatar los informes oficiales que al referirse a la exportación de minerales en el periodo de los primeros cinco meses del año en curso crecieron un 65,09 por ciento con relación a igual periodo del 2008, eso significa que en aquella gestión las ventas llegaron a 471,92 millones de dólares y en el último registro se contabilizaron 779,09 millones, que marca justamente la diferencia de crecimiento.

Es bueno saber que en la actividad minera sigue predominando en su valor de ventas el zinc con $us. 383,64 millones, luego está la plata, con 287,74 millones y el plomo que subió en exportación consiguiendo 64,31 millones de dólares.

En lo que se refiere a la extracción de hidrocarburos, la obtención fue de $us. 1.065,11 millones, cifra superior en más de 17% a la que se registró en igual periodo del año pasado 2009 que sólo fue de $us. 908,06 millones.

Esta simple relación nos muestra que, la extracción, procesamiento y exportación de nuestras materias primas (commodities) constituyen la base de la economía nacional, luego se anota recién la industria manufacturera que apoya parte del sostenimiento del presupuesto global nacional.

Las condiciones así mostradas son simplemente inobjetables por tanto en el caso específico de la minería no puede dilatarse más tiempo la definición de una política nacional que garantice el impulso financiero para acometer nuevos emprendimientos, empezando por una intensa actividad exploratoria, la de comprobación potencial de yacimientos y la instalación de tecnología de punta para su explotación, industrialización –si fuera posible– en todos los casos para su exportación a los grandes mercados internacionales.

La minería asegura un excelente retorno a las inversiones, aunque el periodo de “maduración” por así decirlo es largo, entre la prospección de yacimientos, la implementación misma de la infraestructura, el ingreso a la fase estricta de operaciones y finalmente, su exportación. De momento sólo en el caso del estaño, se puede hablar del valor agregado y su venta en lingotes. Está en proyecto para más adelante la industrialización del hierro para exportarlo como acero y el litio como baterías de energía para la nueva industria de vehículos híbridos que ganarán el mercado mundial.

Las perspectivas en minería son enormes, sin exagerar, maravillosas y millonarias, lo único pendiente, es saber cuánto tiempo más se demorará la aplicación de esa “política minera” de incentivo a la inversión, para fomentar el crecimiento de este invalorable sector productivo. Importante aclarar que lo de la “nueva ley minera” es un requisito para normar ésta actividad, pero la misma debe responder al reto de una nueva estructura competitiva, para rescatar inversiones y no ahuyentarlas, de eso depende… pensar en una minería de auge intensivo, sin trabas, sin avasallamientos y con la debida seguridad jurídica que garantice el desarrollo del sector de mayor producción de divisas. (Agencia URU).

Foto 1.- Combinada operación minera moderna, San Cristóbal; y un campo petrolero, mejor si es gasífero

Pie de foto.- La explotación y exportación de nuestras principales materias primas, gas y minerales, sostiene la economía nacional. Hay que impulsarlas.

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