martes, 21 de septiembre de 2010

Futura explotación de hierro y producción de acero

La historia del Mutún ya se conoce en el ámbito mundial, en todo lo que corresponde a la etapa contemporánea, especialmente a la fase de la concesión aprobada a favor de la empresa india, la Jindal Steel & Power que se favoreció con el 50 por ciento del área de explotación en el rico cerro de hierro en el departamento de Santa Cruz y en la zona fronteriza con Brasil.

Ha transcurrido un tiempo precioso y efectivamente comenzó la explotación de hierro a través de la Jindal, aunque de manera restringida al no haber concretado plenamente la implementación técnica necesaria para ingresar en la etapa intensiva de recuperación de hierro.

Un problema que con el paso del tiempo se convirtió en conflictivo, sacó luces sobre un mutuo incumplimiento entre el Gobierno que no entregó saneadas las hectáreas comprometidas y la Jindal –con ese pretexto– que no invirtió lo expresado en un primer contrato.

Las cosas se enderezan paulatinamente y ahora ya puede hablarse de un buen arreglo entre partes, antes que una contienda legal, en la que no se avizoraba un neto ganador, pues compromisos incumplieron ambas partes.

LA OTRA MITAD

Frente a los hechos mencionados y por supuesto con la “duda en la conciencia”, en el Poder Ejecutivo se determinó encarar de manera directa la explotación de hierro en la otra parte del cerro, cincuenta por ciento del impresionante reservorio de hierro, pero añadiendo el interés de transformar esa materia prima en acero para su exportación, con valor agregado.

En esa perspectiva, el presidente de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) Sergio Alandia anunció que dentro de cuatro años (2014), una empresa estatal comenzará la producción de acero para exportación, lo que significa para buen entendedor que la extracción en sí de hierro debe comenzar de inmediato y de forma paralela la construcción de la siderúrgica que transformará la materia prima en acero de calidad requerida en los mercados externos.

Aunque ya se habla del 2014, cuatro años adelante, resulta que recién se emitirá la convocatoria para “licitar los estudios de exploración para determinar el potencial del 50% del cerro de El Mutún que explotará el Estado”, eso significa que llegaremos al 2011 sin la cuantificación precisa y de ahí adelante se comenzará el largo proceso de emitir otra convocatoria para tentar a las empresas interesadas en realizar la inversión necesaria para el proyecto.

Lo que está seguro, es el interés de casi una veintena de empresas interesadas en el negocio del hierro y el acero, inclusive algunas que sólo se especializan en la exploración de yacimientos, de estas habría cuatro; el doble de empresas (8) hizo conocer su interés en la explotación propiamente minera, mientras que hay más de seis que tienen que ver con el interés de implantar la siderurgia que sería el complemento de la convertibilidad del hierro en acero.

Ahora bien, la competencia entre países que desean invertir en Bolivia, tendría que medirse en función a experiencia, calidad de tecnología y otros detalles que por encima de afinidades políticas, sirvan para lanzar un buen proyecto que sea seguro y efectivamente rentable. Entre quienes hicieron sus primeras ofertas se cuentan a empresas de Corea, Italia, Austria, China, Suiza y de Venezuela.

A propósito de la empresa venezolana, a fines del pasado mes de junio el presidente de la Comibol, informó sobre el trabajo que realizó una comisión gubernamental que viajó a Caracas, señalándose que se adelantaron algunos “acuerdos preliminares” con empresas de Venezuela para la explotación del 50 por ciento del Mutún que no fue concedido a la hindú Jindal Steel.

En todo caso, se trata de manejar el asunto con “la cabeza fría” y “sin pajaritos” por lo menos eso es lo que recomiendan los expertos, además de no adelantar tiempos, como el anunciado por el presidente de la ESM, que señala el 2014 como el año en que Bolivia producirá y exportará su acero.

La experiencia con el caso de la Jindal, exceptuando quizás el problema de la concesión de predios, que el Estado no tendrá problemas, aunque deberá sanear de todos modos el uso de los terrenos que utilice y que se sabe tienen propietarios particulares. Ese proceso tardó ya tres años y todavía no se han “limpiado” los aspectos legales, por tanto la explotación es sólo de subsistencia

Lo importante en este proyecto es que se trabaje responsablemente, con claridad, sin emitir juicios anticipados que no hacen otra cosa que crear falsas expectativas y poner en duda la seriedad del Gobierno ante el interés de orden internacional para invertir en este megaproyecto.

Dicho sea de paso… otro tanto está ocurriendo en el caso del litio, con mucha palabrería, con una serie de ofertas, pero igualmente confrontando problemas que si bien son de orden interno (nivel país) traslucen al exterior condiciones de inseguridad e inestabilidad para garantizar inversiones que quiérase o no serán ineludibles en el momento de encarar seriamente los proyectos de tratamiento del litio.

Los desafíos son grandes, la potencialidad de nuestros yacimientos aún no verificada, también se anticipa como realmente excelente, pero lo que falla es la parte de las decisiones estructurales de un adecuada política que sirva para priorizar la actividad minera, en todo el territorio nacional, pero con más prisa allí donde nuestras materias primas, están casi a flor de tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario