jueves, 23 de septiembre de 2010

Conflicto en Japo se agravó con estado de emergencia en Huanuni y Bolívar

El conflicto por áreas de trabajo de explotación minera en Japo, se agravó ayer con el estado de emergencia determinado en el municipio de Huanuni y la provincia Bolívar de Cochabamba, por el enfrentamiento que mantienen la Cooperativa Minera Porvenir Japo con comunarios vallunos de Pumiri, congregados en la ex Cooperativa 16 de Marzo.

Según el periódico “Los Tiempos” de Cochabamba ayer el dirigente de Bolívar, Vicente Condori, confirmó la posición de la provincia valluna, mientras en horas de la tarde en Japo la concejal del municipio de Huanuni, Cecilia Choque ratificó la determinación asumida por las instituciones del centro minero.

El ejecutivo del Sindicato Mixto de Trabajadores Mineros de Huanuni (Smtmh), Juan Carlos Trujillo, dijo que los trabajadores mineros de la provincia Pantaleón Dalence apoyan a Japo, pero no los enfrentamientos que pongan en peligro la unidad entre bolivianos.

Desde ayer las Cooperativas mineras El Porvenir Japo y Nueva San Pablo, mantienen vigilia en la punta del Cerro la Colorada del distrito minero de Japo, en resguardo de sus áreas de trabajo, ante los avasallamientos realizados por comunarios de Pumiri - Cochabamba, que exigen trabajar en medio del límite entre ambas áreas de explotación de las mineras. Ratificaron que están abiertos al diálogo.

La vigilia es realizada en sus respectivas zonas de explotación, cada uno con más de 140 mineros movilizados que pese al frió y el viento a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentran con palos, petardos y ondas, para evitar cualquier ataque sorpresa como aconteció el martes 21 de septiembre.

No obstante, los mineros ratificaron que no desean enfrentamiento y derramamiento de sangre, sino la militarización de la zona, para que continúen sus operaciones paralizadas hace dos semanas y se encuentran al borde de la quiebra por la falta de producción de 17 a 20 toneladas de estaño de alta ley cada 15 días.

El delegado de bases de la Cooperativa Japo, Plácido Villca, dijo que un 50 % de sus socios, son provenientes de la Cochabamba, “lo único que pedimos es el respeto de nuestras operaciones mineras (…) durante los 25 años de vida de la cooperativa hemos trabajado tranquilos sin soportar estos problemas”.

El clima de tensión continúa en el distrito minero, después de dos jornadas de enfrentamientos, por ello la Policía reforzó la presencia de efectivos para pacificar la zona, pero las mujeres de los mineros piden la presencia del Estado, porque temen que existan muertos.

El clima de zozobra, vivido entre lunes y el martes en Japo, obligó a la suspensión de las clases en la Unidad Educativa Óscar Alfaro. La población de Japo lamentó la pasividad de las autoridades nacionales que hasta la fecha no pueden poner fin al conflicto.

El distrito minero de Japo, se encuentra a 36 kilómetros al sudeste de la ciudad de Oruro, actualmente es explotada por la Cooperativa El Porvenir, fundada el 17 de febrero 1987, y opera en la concesión de la ex Empresa Minera Japo, de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), perteneciente al departamento de Oruro.

ÁREAS DE TRABAJO

El presidente de la Cooperativa Nueva San Pablo, Andrés Alave, que congrega a comunarios de Huaylluma Cochabamba, puntualizó que el problema que se vive en la región es de áreas de trabajo, y no permitirán el juqueo y el avasallamiento realizado por gente de Pumiri, en días anteriores.

Varios cooperativistas lamentaron que la situación llegó a mayores y refutaron la “pasividad” de autoridades nacionales para no solucionar el problema que hoy ingresa en su día 43.

Para hoy la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin) de Oruro, convocó a una asamblea de presidentes del sistema cooperativo, donde se asumirán decisiones respecto al conflicto que se vive en Japo.

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