sábado, 3 de abril de 2010

La inversión minera privada cayó en 58% por los avasallamientos

Entre 2008 y 2009, la inversión del sector privado minero cayó en 58 por ciento, de 303,7 millones de dólares a 127,4 millones de dólares. Para dos analistas y los pequeños empresarios, la inseguridad jurídica que generan los avasallamientos a las concesiones mineras y la falta de una nueva norma que sustituya al Código de Minería son los factores predominantes en esta tendencia que continuará en 2010.

Según la Memoria Anual del Ministerio de Minería y Metalurgia (gestiones 2006-2009), esta baja empezó en 2007, cuando la inversión alcanzó su pico más alto (399,8 millones de dólares), un año después descendió a 303,7 millones de dólares, un 24 por ciento menos.

En 2005 se dio un crecimiento fuerte de la inversión: 48 millones de dólares, con los que la inversión llegó a 287,5 millones de dólares.

Bolivia es un país productor de zinc y estaño, principalmente; el sector minero se compone de los subsectores de la gran empresa, la mediana y la chica, además de los cooperativistas; en el sector público está la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).

Según la información del Ministerio de Minería, en el país existen 8.784 concesiones mineras, la mayoría, en Potosí y en Oruro. Los proyectos abandonados llegan a 662.

El ministro de Minería, José Pimentel, dice que esta baja se debe comparar con las cifras de años anteriores cuando la inversión era casi nula: 31,8 millones de dólares en 2002, 20 millones en 2003, 48 millones en 2004.

“Es alentador saber que el sector privado ha invertido, eso quiere decir que hay confianza en el país”.

El titular de Minería explicó que el mayor porcentaje de estos recursos se destinaron a la exploración, “entonces no hubo una inversión en la misma operación o en la instalación de nuevas infraestructuras”.

Añadió que por el tiempo que puede demorar el proceso de maduración de los estudios de los yacimientos, una vez que se tengan los resultados geológicos, se podrá prever la mayor inversión en equipamiento en la construcción de la infraestructura.

Sin embargo, el gerente general de la Federación de Empresarios Privados de Potosí, Luis Villena, y el presidente de la Cámara Nacional de la Minería (Canalmin), Saturnino Ramos, coincidieron en que los avasallamientos de las concesiones desalientan a que en la minería se generen nuevos proyectos productivos.

Ramos dijo que en la minería chica se han registrado cerca de 100 avasallamientos, es decir casi una centena de pequeños emprendimientos mineros fueron tomados por los comunarios o los cooperativistas mineros.

“Esto se ha resuelto, en muchos casos, por acuerdos internos con los comunarios y el empresario, pero hay muchos que no han podido acordar y han abandonado”.

Los analistas Ramiro Paredes y Rolando Jordán coincidieron en que no se ven nuevos proyectos mineros que incrementen la producción, porque aún no se adecua el Código Minero a la nueva CPE.

La mina Himalaya es uno de los proyectos que hasta la fecha no ha encontrado solución a pesar de existir un fallo judicial a favor de los empresarios. En este caso, el Gobierno ha explicado que para su explotación es necesario que la concesionaria solicite la licencia social a los comunarios, quienes son parte de los avasalladores.

Para Pimentel, los avasallamientos “no son ningún argumento válido para ver el destino de las inversiones”, porque existen proyectos como San Cristóbal, San Bartolomé e Inti Raymi que se han consolidado porque cumplen con la responsabilidad social y medioambiental.

Aseguró que un proyecto serio de una empresa responsable solicitará la licencia social (permiso de los comunarios para explotar un yacimiento en una región), requisito que está normado.

Ramos dijo que el mecanismo para obtener la licencia social debe normarse en la nueva ley minera que el Gobierno debe trabajar de forma consensuada con los sectores sociales.

Pimentel informó que en los próximos dos meses se tendrá un proyecto de ley que tome en cuenta a todos los actores.

A pesar de esto, el analista Jordán dijo que las pocas inversiones se mantienen por los precios altos de los minerales. Criterio con el que coincidió Ramos.

En 2008 se registraron los mejores precios en los minerales, especialmente del zinc y del estaño, que es el que más produce el país. El zinc se cotizó en 2008 en un promedio de 0,85 dólares la libra fina; y en 2009, el precio bajó a 0,75 dólares, un 1 por ciento menos.

Los empresarios piden una ley que se base en la nueva Constitución.

Empresa Minera Huanuni (estatal)

Con el Decreto 28901de octubre de 2007, elevado a Ley 3719, el Gobierno nacionalizó el yacimiento de Posokoni y aledaños, y constituye la Empresa Minera Huanuni. Este yacimiento es el más importante productor de estaño (un promedio de 833 toneladas métricas finas mensuales) del país. La inversión para 2010 se hará en la ampliación del ingenio hasta una capacidad de 3.000 toneladas día. Hoy puede procesar 700 toneladas. Además se construirá un nuevo ingenio que para alimentarse de más producción requerirá el desarrollo de interior mina. La licitación y adjudicación de este proyecto se hará en los siguientes meses, la construcción concluirá en dos años. En la primera etapa se requerirán 25 millones de dólares (en 2010), y el proyecto completo costará 50 millones de dólares.

Hidrometalúrgica Corocoro

La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) emprendió la construcción de la planta hidrometalúrgica de cobre catódico de alta pureza, que empezó a operar en octubre de 2009. La inversión del Estado fue de 18,7 millones de dólares. El proyecto tiene una proyección de producción de 3.500 toneladas métricas finas/año al inicio, y cuando termine la ampliación del proyecto, hasta 5.500 toneladas métricas finas/año. Un proyecto paralelo se desarrolla mediante un contrato de riesgo compartido con la empresa coreana Kores. En este caso, aún se desarrolla la fase de preinversión exploratoria, que hasta diciembre de 2009 tenía 28 pozos perforados y el estudio geológico. Según el acuerdo contractual, la inversión programada es de 10 millones de dólares para la exploración, y 200 millones de dólares para la industrialización.

Mutún

En 2007, la estatal Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) y la Jindal Steel and Power (JSP) firmaron un contrato de riesgo compartido para la explotación e industrialización del hierro en el Mutún (Santa Cruz). El Gobierno estima que haya una inversión de 300 millones de dólares, una parte para las pruebas geológicas para determinar la potencialidad del yacimiento y la existencia de otros minerales. Con estos estudios se determinará la ingeniería para la explotación de la mina. Además empezarán a hacerse las solicitudes de materiales para la refinería del hierro. En infraestructura, hasta abril se tendrá listo el estudio para el corredor bioceánico del ferrocarril. Jindal también encarará la construcción de los caminos y otras alternativas para empezar la exportación de la producción.

San Vicente (privado-estatal)

El proyecto minero San Vicente es un riesgo compartido entre la Corporación Minera de Bolivia y la empresa minera canadiense Pan American Silver (Bolivia) S.A. Información del portal web de la empresa dice que después de la firma del contrato en junio de 1999, Pan American cumplió un programa de exploración con perforación a diamantina, que completó un estudio de prefactibilidad en 2000. A fines de 2001 el riesgo compartido aprobó un contrato de servicios con la Empresa Minera Unificada S.A. (EMUSA) para iniciar una etapa de producción y pruebas metalúrgicas en escala piloto, utilizando la cercana planta de flotación de EMUSA en Chilcobija. Actualmente, San Vicente es una empresa productora de concentrados de plata, con importantes volúmenes extraídos.

San Bartolomé (privado)

La Empresa Minera Manquiri S.A., subsidiaria de Coeur d’Alene Mines Corporation, opera la planta minera San Bartolomé, que se encuentra en Potosí. Según el portal web de la empresa, sólo en la etapa de construcción invirtió cerca de 220 millones de dólares en un periodo de aproximadamente 18 meses, y 30 millones de dólares, en materiales y servicios comprados localmente. Su planta produce lingotes de plata a partir de la remoción y procesamiento metalúrgico de pallacos, sucus, desmontes y otros materiales superficiales que se encuentran depositados en las laderas y periferia del Cerro Rico de Potosí. El proyecto genera aproximadamente 2.200 empleos. La compañía proyecta que generará aproximadamente 235 millones de dólares de ingresos para Potosí durante la vida del proyecto.

San Cristóbal (privado)

Minera San Cristóbal S. A. (MSC) es una empresa subsidiaria de Sumitomo Corporation de Japón. La compañía se estableció en uno de los yacimientos de zinc, plomo y plata más grandes del mundo, con una producción de baja ley (pureza), pero de gran volumen. Obtiene concentrados de zinc-plata y plomo-plata, para exportación. Después de que la planta no operara por falta de infraestructura, entre 2004 y 2006, los empresarios (en ese momento Apex Silver) iniciaron las obras de edificación de infraestructura del proyecto, la construcción de la planta y la preparación de la mina, con una inversión total de 1.400 millones de dólares. Esta planta empezó a generar los más altos ingresos para el Estado desde 2007, cuando empezó a funcionar y exportar su producción.

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